Al final del milenio, un psicópata asesino, Gabriel (Antonio Drija), es perseguido por la policía de una importante metrópolis latinoamericana. Encuentra refugio en la casa de una mujer, Gloria (Amparo Grisales), que acaba de ser abandonada por su amante Armando (Gustavo Rodríguez), un político sin escrúpulos.
Algo comienza a desarrollarse entre ellos, que deberían ser antagonistas entre sí. Sin embargo, un vínculo de violencia y abandono los une. La pareja de policías locales, Nicomedis (Honorato Magaloni) y Miranda (Ruddy Rodríguez), siguen la pista del asesino y comienzan a rodear la casa asediada.
Pero Armando los aleja para matar a Gloria y Gabriel con la ayuda de un grupo de operaciones especiales, porque Gloria sabe demasiado sobre sus negocios sucios. El drama entonces se desarrolla realmente.