Dead at 21
Todo el mundo ha oído hablar del genio con una computadora por cerebro. En el caso de Ed Bellamy, es la verdad. Un proyecto secreto del gobierno colocó microchips en el cerebro de los bebés, y todos crecieron para ser genios. El único problema es que los chips comienzan a descomponerse, causando sueños intensos que lentamente los vuelven locos, y ninguno de los niños sobrevive más allá de su 21 cumpleaños. Ed se entera de esto en su 20 cumpleaños. El agente Winston, asignado a enterrar el proyecto, incrimina a Ed por asesinato. María, a quien conoció en la fiesta, es testigo. Juntos, se embarcan en limpiar sus nombres, encontrar una cura, ayudar a otros cibs, y mantenerse fuera de la cárcel y con vida.