Caray con el divorcio
María y Juan eran una pareja feliz, pero después de diez años de matrimonio, decidieron divorciarse. La noticia sorprendió a todos sus amigos y familiares, ya que parecían la pareja perfecta.
María estaba destrozada por la decisión de Juan, no entendía por qué quería separarse. Intentó hablar con él, pero Juan ya había tomado su decisión y no había vuelta atrás.
La pareja decidió vender la casa en la que habían vivido juntos y dividir sus bienes. María se quedó con el coche y Juan con el perro, lo que causó más tensiones entre ellos.
María se refugió en sus amigos y familiares para superar el divorcio, mientras que Juan se sumió en el trabajo para olvidar su fracaso matrimonial.
Con el tiempo, ambos lograron rehacer sus vidas por separado, pero el recuerdo de su matrimonio feliz siempre los perseguirá.