Un informático que, tras averiarse su tren, se lanza a vagar sin rumbo fijo por remotas regiones de La Pampa, Viedma y Carhue. conoce una sucesión de almas igualmente perdidas, incluida una jugadora trotamundos, una dueña de circo cuyos artistas lo abandonaron "porque todo el país era un circo: y una lectora de cartas del tarot con grandes lagunas en su conocimiento del futuro".