Kerry Ellison tiene un buen trabajo en una oficina y está feliz. Todo va bien, hasta que Jack Gilcrest comienza a interesarse por ella. Él comienza a seguirla, escribiendo sus notas sexualmente tensas. Kerry deja en claro varias veces que no está interesada en él. Jack sigue acercándose a ella sin embargo. El problema parece resuelto cuando Jack es transferido a otro departamento. Pero se las arregla para regresar y amenaza tanto a Kerry que ella está sufriendo ataques de ansiedad. No hay nadie que pueda ayudarla, incluso una queja en el sindicato cae en oídos sordos. La única opción de Ellison es ir a la corte y acusar a su oficina, una decisión que seguramente le costará el trabajo.