En la película All in Good Faith, un joven abogado llamado Alex se encuentra en una encrucijada moral cuando se le presenta la oportunidad de representar a un cliente acusado de un crimen atroz. A pesar de las evidencias en su contra, Alex cree en la inocencia de su cliente y decide tomar el caso.
A lo largo del juicio, Alex se enfrenta a numerosos obstáculos y presiones para abandonar la defensa de su cliente. Sin embargo, con determinación y valentía, se mantiene firme en su convicción de que está haciendo lo correcto.
La historia se desarrolla en medio de un ambiente tenso y lleno de suspense, donde la ética y la moralidad se ponen a prueba. Alex se ve obligado a cuestionar sus propias creencias y enfrentarse a las consecuencias de sus acciones.
En All in Good Faith, se exploran temas como la justicia, la integridad y el sacrificio personal en nombre de la verdad. La película nos invita a reflexionar sobre los límites de nuestra propia fe y el poder de nuestras convicciones.