Francine está harta de la incesante conversación de Roger, por lo que lo lleva a lugares donde él se ve obligado a estar callado. Cuando Roger insiste en seguir susurrando, Francine descubre que le encantan los susurros y está experimentando ASMR. La amistad de la pareja crece, pero se ve comprometida cuando Roger descubre por qué Francine es tan atenta. Mientras tanto, a Steve se le clava un poste de metal en la cabeza.