En 1906, sir Arthur Conan Doyle, habiendo perdido a su primera esposa, se sintió abrumado por el dolor; incluso Sherlock Holmes y el Dr. Watson rechazaron su llamada. Fue solo cuando su secretaria, Woodie, le presentó un aparente error judicial en la vida real, que pudo ponerse en acción. El caso en cuestión fue el de George Edalji, un abogado parsi, que fue encarcelado por escribir cartas obscenas y matar ganado en Great Wyrley, Staffordshire. George necesitaba la ayuda de Arthur para limpiar su nombre. Sin embargo, a medida que se desarrollan los giros y vueltas del caso, el propio Arthur cuestiona la inocencia de George. Es sólo encontrando al verdadero culpable, que Arthur finalmente puede poner el caso y su dolor a descansar; al mismo tiempo que se convirtió en influyente en una importante reforma del sistema judicial inglés.