El músico Alex se dirige a una isla para encontrar su hogar ancestral con solo recuerdos de la infancia como su sistema de navegación. Al no encontrar su hogar, llega a un retiro dirigido por una mujer budista, Akiko, donde decide quedarse por un tiempo. En el transcurso de unas pocas semanas, comparten un vínculo espiritual especial a partir de la música y las técnicas terapéuticas.