Ava y su madre Faye están unidas por muchas cosas ... amor incondicional, pasión por las artes, la creencia de que la magia existe y una enfermedad insidiosa que algún día acabará con la vida de ambos. Han pasado tres años desde que Ava se mudó a la casa de su madre para cuidar de Faye, y mientras Ava es testigo de la lenta espiral descendente, todo lo que puede hacer es mantener el ánimo de su madre mientras encierra los temores de su propio futuro. Hoy es un día como cualquier otro hasta que invitados raros y eventos inesperados obligan a Faye a hacer un anuncio impactante, haciendo que Ava caiga en picada. Incapaz de lidiar con la realidad, Ava llora hasta quedarse dormida en los brazos de su madre y escapa a un mundo de sueños lleno de viejos amigos y deseos olvidados.