En 1943, un grupo de niños que se preguntaban por el bosque de Hagley Hall descubrió los restos de una mujer desconocida metidos dentro de un olmo Wych ahuecado. Hasta el día de hoy, su identidad aún se desconoce. Sin embargo, en 1944, un misterioso graffiti comenzó a adornar las paredes de Midlands: Who Put Bella In The Wych Elm. Alguien lo sabía pero ¿quién? Esta curiosa fantasmagoría investiga las posibilidades conocidas que nos llevan de los reinos místicos de la brujería al siniestro espionaje de la Segunda Guerra Mundial. ¿Será liberada alguna vez su alma?