La historia de Saartjes Baartman, una doméstica negra que, en 1808, dejó el sur de África, luego gobernada por colonos holandeses, hacia Europa, siguiendo a su jefe Hendrick Caesar, con la esperanza de encontrar fama y fortuna allí. Una vez en Londres, su maestro convertido en gerente no hace más que exhibirla como un monstruo en un espectáculo de carnaval falso y humillante. Después de una serie de problemas causados por su acto, César, Saartje y su nuevo amigo, el domador de osos Réaux, se dirigen a París, donde una vez más, y en contra de su voluntad, tiene que imitar el salvajismo y exponer su cuerpo, primero en los carnavales, luego en los salones aristocráticos de París, más tarde entre los libertinos y finalmente en burdeles donde acaba siendo prostituta. Mientras tanto, los anatomistas franceses se habrán interesado por su anatomía inusual (glúteos y labios enormes) solo para declararla como el eslabón perdido del mono al hombre. En 1815, con solo 27 años, muere sola, de una combinación de neumonía y enfermedades venéreas.