En una pequeña aldea en el este de Sri Lanka en 1989, después de que su esposo fuera secuestrado, torturado y asesinado por un grupo paramilitar, Kusum, de 37 años, tiene que luchar para cuidar sola a sus ocho hijos y a su suegra. Después de una serie de trabajos ocasionales infructuosos, en los que constantemente es abusada física y sexualmente, Kusum se dedica a la prostitución. Pronto la Policía la arresta en un burdel. Este evento afecta negativamente la escolarización de sus hijos. Su reacción vengativa se desarrolla a partir de entonces.