Cannot Buy My Soul
En dos noches en el grandioso State Theatre de Sydney, ante un público abarrotado, muchos de los cantautores y músicos más aclamados de Australia se unieron para interpretar las canciones de Kev Carmody. Aunque Kev Carmody está lejos de ser un nombre conocido, este ex vaquero y obrero es uno de los compositores más respetados de la nación. Con un padre irlandés y una madre Murry, Kev apenas sabía leer y escribir cuando se inscribió en la universidad a los 33 años. Fue alrededor de la misma época en la que se convirtió en cantante y compositor. El trabajo de Kev se basa en una experiencia de vida única que combina tradiciones literarias y espirituales occidentales e indígenas, así como un ojo para las narrativas históricas y políticas y una disposición para explorar lo profundamente personal. Sus canciones abarcan la teología cristiana, las muertes de personas negras bajo custodia y celebraciones de todos los aspectos de la vida australiana.
Estos diversos elementos se unieron en un proyecto de álbum llamado Cannot Buy My Soul, donde su amigo Paul Kelly reunió una selección diversa de artistas notables y nuevos de Australia para interpretar las canciones de Kev. Este álbum dio lugar a un espectáculo de dos noches en el State Theatre como parte del Festival de Sydney de 2008. El espectáculo en vivo de Cannot Buy My Soul fue una selección de canciones de Kev Carmody estructuradas de tal manera que proporcionaban una narrativa de su vida, desde sus primeros años como vaquero hasta su trabajo político en años posteriores.
La combinación de tantos artistas de diferentes trasfondos estéticos, generacionales, raciales y de género hace de este concierto el epítome de la reconciliación. El hecho de que Kev sea menos conocido que aquellos que le rinden homenaje da un sentido de misterio a los acontecimientos. A veces intensamente íntimo, ocasionalmente estruendoso y ruidoso, este documental es una celebración alegre de la vida y los tiempos, el espíritu, las canciones y la narración de historias de Kev Carmody.
Al final, fue una noche llena de esperanza. Kev mismo se unió a aquellos en el escenario, actuando con ellos mientras reorganizaban y reinterpretaban este material clásico. En diferentes momentos a lo largo de la noche, él se quedaba solo, en el centro del escenario, para compartir de una manera muy personal algunas de sus canciones y cuentos atemporales. Este concierto fue un momento histórico en la música australiana. Así es como lo vimos.