Este documental se centra en el papel del director de casting en la realización de películas y, en particular, en Marion Dougherty. Comenzó a trabajar a fines de la década de 1940 enviando actores jóvenes emergentes para que fueran elegidos en el entonces nuevo medio de la televisión. No fue hasta la década de 1970 que la contribución a los directores de casting fue reconocida en los créditos cinematográficos y aún hoy no se otorga ningún Oscar por ese papel en el cine.