Los ladrones Ace y Scratch son atrapados en el acto de robar la bóveda de un casino, y después de una larga persecución son capturados por el dueño del casino, quien elige no enviarlos a la cárcel, sino que los contrata como consultores de seguridad. El actual jefe de seguridad del casino no está contento, pero la ejecutiva del casino Amber no podría estar más feliz.