En 1914, con los hombres en guerra, Marcel Proust contrató a Céleste Albaret como su asistente. Más de ocho años después, ella estaba a su lado cuando murió. Durante todo este tiempo, ella solo entró a su habitación cuando él la llamó, durmiendo de 9 a.m. a 3 p.m. para esperar durante la noche mientras él escribía. Marcel la usa como más que una sirvienta: ella es su musa, contando historias de su infancia para despertar su recuerdo de cosas pasadas; ella está confabulada con él mientras manipula a aquellos en los que quiere dibujar para su escritura; ella escucha consternada sus descripciones de la parte baja de París. La suya es una vida de amor y dulce devoción mientras corre el tiempo para terminar su trabajo antes de morir.
Reproducir | Título | Artista |
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Celeste
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Streichquartett D-Dur
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César Franck:
Artista
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