A través de la lente del fotógrafo y médico Eric Overton, Collodion: The Process of Preservation captura un autorretrato intrépido y excepcionalmente vulnerable de la naturaleza estadounidense, nuestra relación entre nosotros y la posibilidad de que la naturaleza misma sea todo lo que necesitamos para encontrar en común suelo. Tras una serie de conversaciones y entrevistas, la película plantea la pregunta: "¿qué pasa cuando lo único que nos queda es una fotografía?" Es un recordatorio de la fragilidad del arte, de la naturaleza y la necesidad de hacernos preguntas. Colodion termina cuando el hijo de Overton comienza a fotografiar paisajes con un sentido innato de asombro y exploración. Aquí es donde reside el corazón de la película. Aquí es donde el autodescubrimiento se convierte en un legado. Es una transformación no de logros políticos, o batallas ganadas (aunque deben librarse), sino un logro de lo que la naturaleza ofrece sin esfuerzo: simplicidad, conexión, curiosidad y presencia.