En una pequeña aldea, un hombre llamado Jesús es condenado a muerte por crucifixión. A medida que es llevado al lugar de la ejecución, es golpeado y humillado por los soldados romanos. María, su madre, y sus seguidores lo siguen en silencio, llenos de dolor y desesperación.
Una vez en la cruz, Jesús es clavado en ella y levantado para que todos lo vean. A pesar del sufrimiento extremo, él perdona a sus verdugos y ruega por ellos. Las horas pasan lentamente mientras Jesús agoniza en la cruz, hasta que finalmente exhala su último aliento.
La tierra tiembla y el cielo se oscurece, mientras María llora la pérdida de su hijo. Sin embargo, al tercer día, ocurre un milagro: Jesús resucita de entre los muertos, demostrando su divinidad y su poder sobre la muerte.
La crucifixión de Jesús se convierte en un símbolo de redención y salvación para millones de personas en todo el mundo, recordando el sacrificio supremo que hizo por la humanidad.