En un pequeño pueblo vivía Tilla, una mujer muy obesa que era objeto de burlas por parte de los habitantes del lugar. A pesar de esto, Tilla era una persona amable y generosa.
Un día, el pueblo fue invadido por un grupo de bandidos que saquearon las casas y se llevaron todo lo que encontraron a su paso. Tilla, con su gran corazón, decidió enfrentarse a los bandidos para proteger a su comunidad.
Con valentía y determinación, Tilla logró detener a los bandidos y salvar a su pueblo. A partir de ese momento, todos en el pueblo reconocieron su valentía y bondad, dejando de lado las burlas y mostrando respeto hacia ella.
La historia de Tilla se convirtió en una leyenda en el pueblo, recordando siempre el valor de una persona por encima de su apariencia física.