En 1988, el estudiante universitario de Carolina del Norte, Chris Pritchard, es arrestado, junto con dos de sus amigos, por el asesinato del padrastro de Chris y la brutal golpiza a su madre. La madre de Chris, Bonnie, se niega a creer que Chris haya tenido algo que ver con el asesinato, a pesar de la creciente evidencia sobre el estilo de vida libertino de las drogas y los videojuegos de Chris.