Una hermosa mañana, Benno encuentra arena en su cama. Si bien intenta ignorar esto al principio, pronto debe darse cuenta de que él mismo está perdiendo la arena. Día tras día la arena aumenta y pronto su tiempo literalmente comienza a escasear. Finalmente, no le queda más remedio que pedir ayuda a Sandra, que tiene una pequeña cafetería debajo de su apartamento. Aunque Benno la odia con pasión, comenzó a soñar con ella todas las noches. ¿Qué tienen que ver Sandra y los sueños con la arena?