Beto es un hombre solitario que trabaja como Guardaparques en el aislado Parque Nacional de la Península Valdés (Chubut, Argentina). Amante de la naturaleza y los animales, la paz de sus días observando orcas, focas y leones marinos en el mar termina después de la llegada de Lola, una madre española que viaja allí desde Madrid con su hijo autista de 11 años, Tristán, buscando a Beto después de verlo en un documental sobre ballenas.
Desesperada, Lola pide ayuda a Beto para realizar una terapia para Tristán, con la esperanza de que su aislamiento causado por el autismo pueda superarse. Al principio reacio, Beto accede a ayudar a Tristán, navegando por la costa en un bote para encontrarse con las orcas (desafiando las reglas que prohíben tocarlas y nadar con ellas), las únicas que provocan respuestas emocionales en Tristán.
A medida que pasan los días, Tristán comienza lentamente a expresar emociones, al mismo tiempo que el jefe de Beto intenta despedirlo creyendo que las orcas son peligrosas asesinas de ballenas, Lola se da cuenta de un problema familiar en España y tanto Lola como Beto descubren los sentimientos que hay entre ellos...