Marius es un hombre divorciado de casi treinta años. Su hija Sofía, de cinco años, vive con su madre, lo que provoca una profunda frustración en Marius. El día que Marius llega para llevar a su hija a sus vacaciones anuales, le dicen que está enferma pero él no lo cree e insiste en llevarla con él. La situación pronto se descontrola y toda la familia participa en una red de humor, violencia, canciones infantiles, intervenciones policiales y declaraciones de amor.