Además de las técnicas de investigación tradicionales, la policía ha llegado a utilizar cada vez más el análisis químico y médico para resolver delitos a partir de las pistas dejadas por los perpetradores en las escenas de sus delitos y en los cuerpos de sus víctimas. Este programa recrea casos en los que los científicos forenses han utilizado su experiencia para encontrar y examinar pruebas que antes no hubieran sido detectables. Gracias a su arduo trabajo, se ha llevado ante la justicia a criminales que, de otro modo, habrían permanecido libres.