En su 84 cumpleaños, Emilia recibe una llamada de su hermana en Misiones invitándola a ser la madrina de una boda familiar. Emilia le dice a su familia que todos harán el viaje. Sus dos hijas, sus esposos e hijos, un bisnieto, y un amigo de uno de los hijos se aprietan en una furgoneta encima de una vieja camioneta Chevy. Salen desde Buenos Aires.
Problemas con el motor, un dolor de muelas, un perro callejero, mosquitos y el calor complican el viaje. Primos se besan, un cuñado melancólico intenta reavivar una vieja llama, y el padre del bebé aparece sin ser invitado. La pantalla está llena de primeros planos. "Bueno, así es la vida", dice Emilia.