Aunque Rachel no revisó adecuadamente sus currículums fotocopiados, sí consigue una entrevista para que su sueño profesional se haga realidad como asistente de compras. Mientras tanto, la infundada sospecha feminista de Phoebe de que la noche de póquer de los chicos es de alguna manera una conspiración machista lleva a las chicas a insistir en participar. Enseñarles las reglas del póquer es como explicarle la ciencia espacial a Joey, por lo que las chicas se sueltan aplastantemente. La competitiva Monica exige una revancha, después de las lecciones avanzadas de su experimentada tía Iris. Finalmente, todo se reduce a un duelo entre Ross y Rachel, pero ella recibe una llamada primero: el trabajo del comprador fracasó.