A punto de lograr la carrera de sus sueños, Tomás le permite a su hermano mayor Martín Farina una mirada al interior de su vida como futbolista profesional. Martín, nunca capaz de cumplir su propio sueño de jugar al fútbol, se adentra en el mundo de Tomás y sus compañeros a través del objetivo de su cámara. Sin embargo, el resto del club tiene sus propias opiniones, algunos ven a Martín como un intruso, ya que expone sus momentos más vulnerables, y sus preocupaciones por el futuro una vez finalizado el partido. Fulboy ofrece una mirada confesional y sin censura sobre cómo se comportan los atletas detrás del deporte más popular del mundo durante su tiempo fuera del campo. Al mismo tiempo, Fulboy interroga reflexivamente las elecciones estéticas y el punto de vista de Farina, así como la mirada del espectador a la forma masculina.