Esta es la tercera película protagonizada por un niño tigre llamado Shimajiro y se proyectará en cines de todo Japón. Al igual que sus dos predecesoras, la película ha sido concebida para ser la primera experiencia cinematográfica de un niño y se ha diseñado de forma que atraiga la atención de un público joven durante toda la película. A cada niño se le da un megáfono de cartón que los personajes de la historia los alientan a usar en varios momentos para animarlos o gritar una frase en particular, e incluso usarlo como arma para frustrar al villano de la película. La película en sí presenta una amplia variedad de entretenimiento, desde cantar hasta bailar, animación de marionetas y animación regular. Las proyecciones japonesas de la película vienen con un breve descanso en el medio, mientras que la iluminación y el sonido en el teatro se ajustan para brindar a los niños la experiencia más cómoda posible.