Martina es una dama profesional cuyos clientes son inofensivos aunque excéntricos; ella se ve a sí misma como una trabajadora social. El tímido Maurizio dobla el sonido de los dibujos animados, mientras que su extrovertido hermano dobla más material descarado y se queda con las chicas. Después de que Maurizio accidentalmente ayuda a Martina en algunas de sus asignaciones, ella decide averiguar si él quiere ayudar con regularidad. Sea o no la posibilidad de romance, Maurizio se horroriza al descubrir en su primera cita que sus manos han sido reemplazadas por dibujos animados con mentes propias.