Al configurar meticulosamente cada toma cinematográfica, Gregory Crewdson ha dominado un estilo de realismo inquietante destinado a hacer que lo habitual se sienta extranjero. Similar al uso específico de David Lynch de lo siniestro en películas como "Blue Velvet", el trabajo de Crewdson pinta un retrato oscuro y profundo de los suburbios estadounidenses. Al igual que un director de cine, Crewdson logra sus sorprendentes imágenes trabajando con un equipo profesional que incluye un director de fotografía, un operador de cámara, un diseñador de producción, actores y un director de casting. Sus decorados asombrosamente elaborados crean un reino único de puesta en escena, inspirado en gran medida por las obras de artistas y directores de cine estadounidenses. Gregory Crewdson: The Aesthetics of Repression observa y cuestiona al fotógrafo durante su trabajo en diez nuevas imágenes.