John Glass, se despierta en un granero desolado de un largo sueño criogénico, para ser informado de que no solo el planeta ha sido devastado por una tercera guerra mundial, sino reducido a poca habitabilidad por una posterior invasión alienígena. También se entera de que para restablecer una atmósfera habitable para lo que queda de humanidad, tendrá que emprender una misión solitaria para recuperar códigos importantes dispersos en lugares remotos. Muy pronto, se encontrará con más de lo que esperaba: extraterrestres, supervivientes locos, equipo inadecuado, MUCHO caminar y una dosis de mala suerte bastante malsana.