Phil disfruta viendo a su esposa Diane usar su mirada asesina para seducir a hombres que no conocen. Diane también está encantada con sus acciones, sabiendo que está satisfaciendo los placeres voyeristas de su marido. Cuando conoce a Mickey, descubre que es un hombre que no sigue más reglas que las suyas. Los juegos de seducción se vuelven cada vez más perversos y peligrosos.