Después de la muerte de su esposo, Sarah y sus hijas Chrissy y Kilee se mudan a una nueva ciudad con la esperanza de una nueva vida. Kilee odia la mudanza, sintiendo que están huyendo de la memoria de su papá.
Cuando es intimidada en la escuela y pelea constantemente con su hermana, siente que el mundo está en su contra, hasta que descubre una muñeca, llena de alfileres, en el cobertizo de su patio trasero.
Pronto llega a creer que la muñeca tiene poderes sobrenaturales, pero cuando comienza a actuar por su cuenta, Kilee se preocupa por lo que podría haber desatado en las personas de su vida.