Las imágenes pasan por el cerebro de Arthur, las voces zumban en su mente, pronunciando palabras y oraciones inconexas. Arthur Seligman parece haber tenido un accidente, pero ¿atropelló a un niño o no? ¿Y qué estaba haciendo cerca de Cherburgo mientras vive en París? Cuando recupera la conciencia (¿pero de verdad?) Isabelle Kruger, una enfermera, le dice que había entrado en coma después de su accidente y que ella anotó todo lo que dijo mientras deliraba. Ella le da el cuaderno y Arthur comienza a investigar ... ¡SÍ MISMO!