Un anciano mexicano relata un vívido recuerdo de su juventud: Era el año 1959. A la edad de 17 años, Niño llegó a California desde México para vivir con su padre, Chappa, en un modesto rancho ganadero en las montañas costeras rurales de Santa Lucía. Trabajando tediosas horas como peón de rancho, Niño se encontró atrapado dentro de los confines de un mundo de alambre de púas. Niño no podía imaginar una vida diferente a la laboriosa que llevaba. Eso fue, hasta que una vaca se liberó del rebaño y descubrió una extraña abertura en la cerca. Niño rastreó a la vaca a través de la valla y hacia lo salvaje y desconocido. El descubrimiento de Niño del mundo inexplorado más allá de la cerca de alambre de púas cambió su vida para siempre.