Sydney Clarke es una famosa actriz malcriada que está filmando una película cuando de repente se enoja y se marcha furiosa. Se despierta en medio de la nada y la lleva a un pequeño pueblo de Nueva Inglaterra. Allí conoce y entabla amistad con Joyce, una mesera de una bolera. Allí conoce a Ben, un propietario de una acería, y más tarde, cuando va a buscar trabajo en ese pequeño pueblo, se encuentra con Ben nuevamente. Sydney se convierte en enfermera en el molino. Todos los hombres la adoran. Allí se lo pasan muy bien juntos, y Sydney se da cuenta de lo importantes que son los verdaderos amigos y de que los pueblos pequeños son mejores que los grandes Hollywood.