Un joven y solitario niño llamado Cameron (Scott Curtis) tiene poderes telequinéticos con los que su padre (Tab Hunter) experimenta.
La soledad del joven niño es la causa de que se lance un extraño hechizo.
Un demonio del infierno es liberado e intenta apoderarse del alma del niño.
Un delirante oficial de policía (Cotter Smith) y su nueva novia psiquiatra (Mel Harris) son los únicos capaces de ayudar al niño después de que su padre y el novio de su madre (Gary Hudson) son asesinados.
El demonio vive en el armario del niño y en una parte de la mente que solo se puede alcanzar entrando en ella.