Sam Cooke murió a la edad de 33 años el 11 de diciembre de 1964, en el Motel Hacienda, en el 9137 de la calle South Figueroa, en Los Ángeles, California.
Respondiendo a informes separados de un tiroteo y de un secuestro en el motel, la policía encontró el cuerpo de Cooke, vestido solo con una chaqueta deportiva y zapatos pero sin camisa, pantalones o ropa interior.
Había sufrido una herida de bala en el pecho, que más tarde se determinó que había perforado su corazón.
El gerente del motel, Bertha Franklin, dijo que había disparado a Cooke en defensa propia después de que él irrumpiera en su residencia de la oficina y la atacara.
Su versión fue cuestionada de inmediato y disputada por conocidos.
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Lady You Shot Me: Life and Death of Sam Cooke
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