Dos familias aisladas se encuentran para una celebración de verano. La comida es abundante y el futuro parece brillante, pero Ningiuq, una anciana sabia, ve su mundo como frágil y se mueve a través de él con una sensación de pavor. Ningiuq y su nieto Maniq son dejados en una isla remota, donde, cada año, la familia seca la pesca y la almacena para el invierno. La tarea termina pronto. A medida que el verano se acerca al otoño, esperan en vano a que los demás los recojan.