Harta de la agitada vida en Berlín, la comadrona Lena hace las maletas espontáneamente y conduce hasta la granja de sus padres en Baviera. Pero allí no le espera ningún idilio alpino puro: su madre no está nada contenta de que haya regresado; El abuelo Leo regaña, como siempre; y su mejor amiga Julia tampoco la recibe con los brazos abiertos.