El 19 de septiembre de 2014, tras 2 meses de asedio por parte del Estado Islámico, los kurdos de la ciudad de Kobane, en el norte de Siria, se ven obligados a huir a Turquía. Dos días después, mi padre y yo decidimos hacer un viaje a la frontera entre Turquía y Siria para encontrar a nuestra familia y ayudar a los refugiados de la ciudad de mi padre. Pero lo que encontraremos allí, al pie de la frontera, superará cualquier expectativa.