Felix Rebolledo es un chulo que posee un cabaret, dos bingos y tres casas de citas. Ahora propone abrir una sala de fiestas, y para ello cuenta -como siempre ha hecho- con el apoyo del Obispo, a quien ha sobornado con frecuentes donaciones. Teniendo el respaldo de la Iglesia será mucho más fácil obtener la aprobación del Ayuntamiento, aunque, por otro lado, también ha sobornado, entre otros, al alcalde y al presidente del Consejo del Concejo. Todo este estado de cosas se verá seriamente amenazado con la llegada de Arcadio, seminarista y sobrino del Obispo. Arcadio, quien abandonó el seminario porque lo consideraba "demasiado frívolo" para él, ocupará ahora el puesto de secretario de su tío, que había quedado vacante. Cuando Rebolledo es encontrado entre los "feligreses" amigos del Obispo, el casto seminarista se escandaliza enormemente. Tanto es así que lo primero que hace es convencer a las esposas del alcalde y del presidente para instar a sus maridos a rechazar la apertura de otro "lugar de vicio y corrupción". La guerra abierta acaba de ser declarada.