Cuando Coraline se muda a una casa vieja, se siente aburrida y descuidada por sus padres. Encuentra una puerta oculta con un pasaje tapiado. Durante la noche, cruza el pasaje y encuentra un mundo paralelo donde todos tienen botones en lugar de ojos, con padres cariñosos y todos sus sueños hechos realidad. Cuando la Otra Madre invita a Coraline a quedarse en su mundo para siempre, la niña se niega y descubre que la realidad alternativa donde está atrapada es solo un truco para atraerla.