Las esposas e hijos del mormón Orville Beecham se convierten en víctimas de una masacre en su propia casa. La policía cree que el crimen tuvo un motivo religioso. Orville no da ningún comentario sobre el caso, está bajo custodia protectora. El periodista Smith lo convence de que lo ayude en la investigación y descubre los motivos económicos del asesinato.