En un futuro cercano, Taranto es un pueblo fantasma rodeado de alambre de púas en el que nadie, ni siquiera la policía, se atreve a entrar. Los más pobres se quedan luchando por sobrevivir, mientras que las bandas compiten por el territorio. Dos huérfanos de trece años, que crecieron juntos, sueñan con unirse a una de las pandillas.