En la película Mortu Nega, dirigida por Flora Gomes, se narra la historia de Diminga, una mujer africana que vive en un pequeño pueblo de Guinea-Bissau.
Diminga se enfrenta a la tragedia cuando su marido muere en un accidente. A pesar de las creencias tradicionales que dictan que debe permanecer en su casa durante un año como viuda, Diminga decide desafiar estas normas y luchar por su independencia.
La película explora temas como la opresión de género y la lucha por la libertad individual en un contexto cultural y social complejo.