Pensando en la misma línea que Rob en Nekromantik (1988), Monika, una joven y hermosa berlinés, lleva una doble vida.
Por el día, es una solícita enfermera de hospital; sin embargo, nadie sabe que Monika deambula por los cementerios de la ciudad por la noche, buscando cadáveres frescos.
Y cuando Monika se topa con la noticia del suicidio de un desconocido desafortunado en las esquelas, las cosas toman un giro grotescamente inesperado porque, a los ojos de Monika, la muerte no siempre es el final.
Con determinación, la mujer se pone manos a la obra y exhuma el frío y pálido cadáver del hombre recientemente fallecido, Monika hace lo impensable: lo lleva a casa justo bajo la nariz de su nuevo amor, Mark.
Pero bajo esas circunstancias volátiles, la obsesión necrofílica insatisfecha de Monika amenaza con salir a la superficie, y tarde o temprano, tendrá que tomar una decisión crucial.
¿Es capaz Monika de mostrar afecto a los vivos, o entregará todo su amor a lo que una vez estuvo vivo?