Después de que un rescate de rehenes sale mal, la superintendente Sandra Pullman es puesta a cargo de crímenes sin resolver. Con pocos recursos y sin respaldo, decide reclutar a tres ex policías.
Sin embargo, los tiempos han cambiado, a diferencia de sus nuevos reclutas. Jack Halford aún no ha superado la pérdida de su esposa, Brian Lane está obsesionado y medicado en exceso, y Gerry Standing ya no es el mujeriego que solía ser.
Pueden tener la experiencia, pero no es como en los viejos tiempos. No solo están persiguiendo criminales, sino que también están lidiando con una nueva fuerza policial que no siempre aprecia su estilo de policía antiguo.