Bob y Joanna, ambos mayores de 40 años, tienen un bebé con síndrome de Down. Su médico les aconseja que entreguen al niño, que no "pierdan el tiempo" con un niño con una deficiencia mental. Pero los padres deciden quedarse con su hijo, permitirle una vida digna y apoyarlo lo mejor posible. Y su devoción da fruto ...